jueves, 2 de abril de 2009

Presagio


Su apetito menguante descendió sobre el plato de la cena mientras Rosario le repetía el diagnóstico del oncólogo. ©

3 comentarios:

  1. Breve, concreto y elocuente...un beso corazon.

    ResponderEliminar
  2. Yo sigo aqui linda...y tu? un fuerte abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Acá toy, preparando una antología, por eso he publicado poco aquí. Andas desaparecido, eh? Saludines

    ResponderEliminar